miércoles, 24 de octubre de 2018

ÁGAPE ESTACIONAL DE VERANO... EN OTOÑO

Se celebró, al fin, el ágape estacional del verano, el pasado 19 de octubre, fecha estival do las haiga. Hubo mucha concurrencia, como muestran los daguerrotipos facilitados por el Optimate, de cuya calidad se pueden mostrar múltiples dudas, pero de cuya veracidad no se admite discusión. 
Se debatió acaloradamente sobre la velocidad de la tierra y otras excepciones no tan excepcionales, y se llegó a alguna conclusión de la que se levantó acta. Alguien perdió el acta y fue imposible constatar nada de lo dicho.
Eso sí, hubo Premio Epifenoménico Fenomenal para el Sátrapa Guillermo de Lema quien, albricias, está en edad de peinar canas y quien presentó por adelantado la exposición de pataobjetos que tendrá lugar a mediados de noviembre del corriente (vulg) 13 de As (Bigotes del Dr. Faustroll) más o menos, piscas pajas, y que tuvo excelentes críticas por los allí presentes, si bien todos imaginaron la futurible exposición, con la debida aquiescencia. Y, obviamente, hubo críticas para todos los gustos, aunque alguno hubo que se negó a opinar por aquello de que hoy parece obligatorio hacerlo.

Solemne acto de Entrega del Galardón

martes, 15 de mayo de 2018

EL ARTISTA BÚGARO CHRISTO VISITA GRANADA Y "EMPAQUETA" LA FACULTAD DE TRADUCTORES

La facultad empaquetada ¿quién la desempaquetará?


El gran artista empaquetador, Christo, ha envuelto la Facultad de Traductores e Interpretes de Granada, también conocido como el "Palacio de las Columnas" donde se ha encontrado como pez en el agua, ya que, según sus propias declaraciones, se sorprendió de que, dentro del edificio, había gente que hablaba el búlgaro.

jueves, 8 de febrero de 2018

ESTA LLUVIA NO ES DE AQUÍ


Los sábados suelo levantarme temprano para salir a la calle con los perros. El pasado viernes 2 de febrero, en la página web del instituto nacional de meteorología comprobé que, el sábado, empezaría a llover (lluvia débil) a partir de las nueve AM.
Previendo tal acontecimiento, procuré estar en la calle con los perros más o menos a las ocho y media de la mañana. Cuál sería mi sorpresa cuando comprobé que, a las nueve en punto, empezaba a llover (débilmente) como se había anunciado.
Ante tal muestra de puntualidad, no pude por menos que exclamar -para mis adentros, eso sí- ¡Esta lluvia no es de aquí!
Y no era baladí tal pensamiento, dado que en estos lares eso de la puntualidad es tenida como cosa helvética o prusiana. Aquí nada empieza a la hora prevista. De tal manera que, si uno acude a cenar a casa de unos amigos a la hora convenida, es normal encontrar al cocinero pelando patatas o, incluso, eligiendo al pavo que habría que sacrificar. Eso de que llueva a la hora prevista, solo puede obedecer a la proliferación de estudiantes europeos que aprovechan las becas Erasmus para contagiarnos cosas tan desconocidas para el hispano medio como la "formalidad". Algunos, eso sí, se van de aquí con la siesta bien aprendida y llegando tarde (o no llegando) a todas partes. 
El domingo siguiente (4 de febrero), había una predicción de tiempo nuboso, temperaturas frías y algunas rachas de viento. Por la noche, como todos saben, empezó a nevar de manera copiosa, acumulando capas de hasta un palmo sobre el capó de los coches. Los tejados amanecieron blanqueados el lunes ante el embeleso de los turistas. Les cogió por sorpresa, por aquello de que los turistas suelen ser de fuera y no tienen costumbre de improvisar. A los de aquí, nos encantó, pero no nos sorprendió. Por qué; porque una nevada imprevista y a deshora es cosa muy española. La nieve, como buena paisana, se pone a caer cuando le viene en gana. Faltaría más.
Esta nieve sí que es de aquí.